Por: Ramón Antonio Veras.
1.- A los ataques y
amenazas de que ha sido objeto su país
por Estados Unidos, el presidente de Venezuela, Nicolás
Maduro, en forma abierta e inteligente,
ha respondido con un llamado a la paz,
posición sumamente atinada y sensata, porque
el objetivo de una paz universal,
sólida, justa y democrática, forma parte de la lucha de la humanidad.
2.- Procede que las diferencias se
manejen con altura, sin agresiones, con
relaciones sinceras. Hay que apoyar con
firmeza la convicción de que la lucha por el
saneamiento de la atmósfera internacional debe ser en todos
los terrenos, económicos, políticos
e ideológicos.
3.- El llamamiento
del presidente Nicolás Maduro a la paz ha tenido un amplio eco en los pueblos
y gobiernos del mundo, lo que contribuye
a fortalecer la posición eficaz de paz; los hombres y mujeres de paz han de
cohesionar voluntades en esa línea.
4.- En América Latina
y el Caribe, ha de primar una política exterior de paz, amistad y fraternidad
entre los pueblos, conservando cada país una plena independencia; precisamos de un mundo nuevo basado en el respeto absoluto a
la política interna de cada Estado.
5.- Robustecer las
relaciones amistosas entre los pueblos del mundo contribuye a alcanzar la paz. En
una coexistencia sin agravios, podemos
trillar el camino de la comprensión; y sobre postulados que descansen en una plataforma fundamental de principios, de
respeto mutuo y cooperación sincera, llegamos
al progreso, alcanzamos el tránsito hacia sociedades más justas, más
humanas y más tolerantes.
6.- El pueblo norteamericano siempre debe estar interesado en la paz y
rechazar la guerra, porque basta con
recordar que los Estados Unidos, perdieron en la guerra de Vietnam más
de 50 mil soldados y tuvo más de 300 mil heridos. Los gastos USA en la agresión
al pueblo vietnamita ascendieron a 146, 000
millones de dólares.
7.-En la etapa actual
las relaciones internacionales deben
estar caracterizadas por un descrecimiento gradual de las
tensiones, por el paso de las amenazas a un reconocimiento cada vez más amplio
y a la aplicación práctica de los principios de la coexistencia pacífica de Estados
con diferentes regímenes.
8.- Los hombres y
mujeres de paz no debemos olvidar que solo con
los esfuerzos comunes de los pueblos de América Latina y el Caribe, se
puede evitar la agresión imperial contra los gobiernos democráticos existentes,
e impedir la intervención de los Estados
Unidos y las maquinaciones
neocolonialistas.
9. La lucha unitaria
por el respeto mutuo nos ha de conducir
a obtener nuevos triunfos en nuestra
región, y un avance más rápido hacia objetivos como el de proporcionar a los pueblos
de los países de Latinoamérica y
el Caribe una vida en la que no haya
peligro de miseria, hambre, enfermedades y analfabetismo.
10.- Los cambios sociales tienen un carácter
objetivo y, en perspectiva histórica, nadie puede detenerlos. El progreso
social histórico universal contiene su
marcha ascendente, expresada en la
economía, la ciencia y la cultura. Lo importante es trazar políticas correctas para solucionar
problemas cardinales convenientes al desarrollo socioeconómico del pueblo venezolano.
Ese debe ser un objetivo a lograr en procura de la paz.
Santiago de los Caballeros,
27 de marzo de 2015.
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