Por José Jἀquez
Los temas son utilizados como
pieza del ajedrez político para cubrir la agenda de los medios de comunicación más
populares. Ya se ha dicho que los gobernantes cubren un tema sin resolver con
otro nuevo. Para eso están los comunicadores pagados, los comunicadores del
partido que lo repiten de gratis y los comunicadores menos laboriosos que solo
tratan lo que suena en el medio.
La marcha verde o colectivo marcha verde es un movimiento que
surge de la idea de colectar firmas para pedir justicia contra los corruptos y
el cese de la impunidad en la republica dominicana. Un dolor de cabeza para el
grupo del gobierno de turno desde el domingo 22 de enero 2017, pues ese día se
realiza la primera marcha en el distrito nacional, y por su éxito levanto el ánimo
de muchas personas que han ido en suma.
El Partido de la Liberación Dominicana
se dedicó a la tarea de restar importancia, a buscar la cabeza responsable, a
intentar enlodar a los organizadores, y en todas las patrañas ha fracasado
porque la marcha nacional del domingo 16 de julio demostró la fuerza indetenible
de la articulación anticorrupción de los
verdes.
Es por ello que, el raro interés de las autoridades
dominicanas en tomar medidas contra los ciudadanos ilegales ha hecho creer que
es hipocresía del gobierno para desviar la atención de la ciudadanía que actúa
por rumores. La actuación del Alcalde de
Santiago, Licenciado Abel Martínez, que ha actuado como jefe de migración, y al
verse descubierto, pidió la actuación de esa dependencia del estado, ha
provocado sospecha de la gente.
Los promotores de la marcha
verde, han caído en el error de responder a las acciones oficialistas contra
los haitianos para enrostrarle a los funcionarios corruptos del gobierno que lo
principal es combatir la corrupción enviando a la cárcel a los delincuentes de
cuello blanco. Los indignados verdes, establecen que sería inhumano tomar
medidas drásticas contra un pueblo sufrido como el pueblo haitiano.
Presencia
haitiana y corrupción pública: Dos temas relacionados
El colectivo Marcha Verde podría
caer en la trampa colocada por sectores del gobierno, si entra en la discusión de que lo importante
es perseguir la corrupción pública que ha provocado hospitales sin equipos ni
medicamentos y un estado disfuncional que solo cobra impuestos. Y pregonar que
no es prioridad encarar la cuestión de la migración sin control por la frontera
imaginaria entre Haití y la Republica Dominicana.
La masiva presencia de
haitianos y otros extranjeros ilegales en territorio dominicano es el resultado
de la alta corrupción de los funcionarios dominicanos. Como en este país se
hace de todo y nada pasa si se tiene algo de poder, la frontera es una fuente
inagotable de riqueza económica para las autoridades.
Es importante reforzar el
colectivo marcha verde con la construcción de las estructuras necesarias en
todo el territorio nacional, pero ese territorio y las personas que conforman
el país y la nación dominicana no tendrán futuro si no se hace valer la
normativa migratoria. Por tanto hay que hacer el esfuerzo de asumir la lucha
combinada.
Escoger uno de los dos temas llevaría
a Dominicana a una de dos vías peligrosas: por un lado, si escogemos sólo lucha contra la corrupción podríamos
quedar en minoría frente a los extranjeros, y por otro lado, si escogemos sólo
sacar a los ilegales los ladrones de este y otros gobiernos desaparecerán el
estado vendido y depositado en sus cuentas privadas que ya han confundido con
el erario público.
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