Por: Ramón Antonio Veras.
1.- Así como de la estructura del cuerpo humano la cara es
lo que más impresiona, las ciudades
tienen en su entorno plazas que llegan a distinguirlas y hasta sirven para individualizarlas, vienen
a ser sus caras. Sus facciones
se mantienen fijas en la conciencia porque constituyen rasgos a distinguir de
los demás, destacan como el cariz, el aspecto más relevante.
2.- El Parque Duarte de la ciudad de Santiago, por una u
otra razón ha sido, históricamente, la cara de la ciudad, aunque en los últimos
tiempos se ha pretendido
identificar el Monumento a la Restauración como el símbolo de la ciudad.
3.- Son muchas las generaciones de santiagueros y santiagueras, que ligan los mejores momentos de su juventud con
el Parque Duarte; como centro o punto de encuentro, de citas amorosas,
políticas y tertulias; como área ideal de esparcimiento sano. Antes y después de la
desaparición física de Trujillo, el Duarte
fue testigo de concentraciones y cuantos
actos públicos se efectuaban en esta ciudad y sus convocantes tenían interés que
se conocieran ampliamente.
4.- El Parque Duarte fue una plaza bonita, bien cuidada, con
hermosas flores y árboles cuyo conjunto armonioso servía de deleite a sus
visitantes. Todo aquel que quería disfrutar
de un momento agradable del día o de la noche, le bastaba con ir al Parque
Duarte; el deleite resultaba escuchando la banda de música municipal los jueves
en la noche, o recreando la vista con las jóvenes que se paseaban exhibiendo su belleza.
5.- Pero todo ha cambiado. Lo que fue el acogedor Parque
Duarte de Santiago, hoy es el ejemplo vivo de lo que es una ciudad en estado de
abandono, sin doliente alguno.
6.- El Parque Duarte
en estos momentos resulta algo
deprimente, da grima lanzar la mirada hacia ese lugar; el ser humano más alegre
se entristece; el Duarte es un
cuadro para abatir hasta al más firme;
el que quiere desanimarse que visite el Parque
Duarte de Santiago.
7.- El Duarte, en la cabeza de muchos santiagueros y
santiagueros, viene a ser algo así como
su talismán; reliquia presente en varias generaciones cuando recuerdan su
juventud, época de estudios y períodos de conspiraciones políticas. Esa plaza
circundada por la calle Del Sol, Benito
Monción, 16 de Agosto y 30 de Marzo, es
la figura que durante decenas de años ha ligado a más paisanos con hechos de
contenido histórico, patrióticos, democráticos y culturales.
8.- Es un momento de pesar para cualquier nativo de
Santiago, ser testigo hoy del descalabro que significa el Parque
Duarte, verlo convertido en un lugar que simboliza el abandono, la mugre
en forma objetiva y la acumulación de porquerías de todo tipo; en ese lugar hay toda clase de inmundicias;
cualquier ángulo donde usted lanza la mirada hacia el Parque Duarte de Santiago, está ausente la higiene,
desapareció el aseo, se perdió la limpieza.
9.- El Parque
Duarte, el mismo que está ubicado frente a frente a los hermosos
edificios de la Gobernación, la Catedral
y el Palacio Consistorial, es un lugar
mugriento, ejemplo de la sucieza, modelo
de lo asqueroso; emblema del abandono de
Santiago; la representación de un
pueblo sin dolientes; la efigie de lo
que queda de un Santiago de ayer digno y
respetable, y hoy maltratado, despreciado, desconsiderado y lastimoso.
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