Félix Parra
SANTIAGO.-Con la salida de servicio de la mayoría de unidades de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), el transporte del Estado colapsó, por lo que la población queda a merced del transporte privado, que es el que mueve el país.
La deficiencia del servicio que ofrece la empresa estatal, quedó evidenciado hace dos semanas cuando la Federación de Trabajadores del Transporte de la Región Norte (FETRANRENO) y la Central Nacional de Trabajadores del Transporte (CNTT), decidieron paralizar en transporte en Santiago.
En esa ocasión las actividades educativas tanto públicas como privadas y una parte de las actividades comerciales se vieron afectadas, por la falta de transporte, debido a que las rutas del transporte público en Santiago no trabajaron.
Con el fracaso de los programas de transporte en los diferentes gobiernos, el Estado ha ido dejando en manos privada un servicio tan importante como éste que en una paralización del mismo paraliza el país.
La República Dominicana es un país donde la falta de institucionalidad hace que muchos de los servicios públicos sean débil, de lo cual el sector transporte no escapa a esa realidad.
La problemática viene desde los años del ex presidente Joaquín Balaguer, cuando introdujo las guaguas fuso, siendo en ese entonces UNACHOSIN, el único sindicato privado de choferes.
Más tarde la gestión del extinto presidente Balaguer implementó el sistema de las Banderitas, porque las guaguas estaban pintadas de los colores de la Bandera, el cual a poco tiempo colapsó.
Durante el período del presidente Salvador Jorge Blanco fue implementado a través de la Oficina Nacional de Transporte Terrestre (UNATRATE), otro sistema de transporte que también despareció.
En caso más reciente el ex presidente Leonel Fernández, en su primer período de gestión (1996-2000) introdujo un nuevo sistema de transporte mediante la puesta en funciona miento de las unidades operada por la OMSA, el cual languidece, ante la falta de mantenimiento de las misma.
El sistema de transporte puesto en operación conjuntamente con la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET), operó en Santo Domingo y Santiago, ciudades más pobladas del país, pero en los últimos años los corredores establecidos han quedado semi- vacío por falta de unidades.
Frente a esa situación usuarios de la OMSA en Santiago manifestaron su indignación ante la ineficiencia en este servicio y en este sentido indicaron que deben esperar más de dos horas para ser transportados.
Expresaron que la situación les preocupa en gran manera, en especial cuando deben transportarse a sus respectivos centros de estudios a los que han tenido incluso que llegar retrasados.
Asimismo sostuvieron que los vehículos se encuentran en muy mal estado y que al parecer tampoco hay suficientes porque tardan mucho tiempo para retornar a las paradas.
Usuarios de la OMSA hicieron un llamado a las autoridades a solucionar esta problemática que afecta a gran parte de la población.
En la actualidad en Santiago y otros pueblos de la región del Cibao el transporte público descansa en manos de FETRANRENO y CNTT, entidades que operan las principales rutas del transporte urbano e interurbano y de taxis.
Mientras que en la capital este servicio tan vital e indispensable para el desarrollo de un país descansa en la Confederación Nacional de Transporte (CONATRA), que dirige Antonio Marte, la Federación de Transporte la Nueva Opción (FENATRANO), que está a cargo de Juan Hubiere.
Además la Central Nacional de Transportistas Unificados (CNTU), de Ramón Pérez Figuereo y la Unión Nacional de Transportistas Afines (UNATRAFIN), de Arsenio Quevedo, son los responsables de transportar a los trabajadores públicos y privados en las dos ciudades más pobladas.
Para el interior del país el transporte es operado por un conjunto de empresas privadas también, por lo que una suspensión de estos sectores paraliza el país, sin que el Estado tenga con que responder.
La deficiencia del servicio que ofrece la empresa estatal, quedó evidenciado hace dos semanas cuando la Federación de Trabajadores del Transporte de la Región Norte (FETRANRENO) y la Central Nacional de Trabajadores del Transporte (CNTT), decidieron paralizar en transporte en Santiago.
En esa ocasión las actividades educativas tanto públicas como privadas y una parte de las actividades comerciales se vieron afectadas, por la falta de transporte, debido a que las rutas del transporte público en Santiago no trabajaron.
Con el fracaso de los programas de transporte en los diferentes gobiernos, el Estado ha ido dejando en manos privada un servicio tan importante como éste que en una paralización del mismo paraliza el país.
La República Dominicana es un país donde la falta de institucionalidad hace que muchos de los servicios públicos sean débil, de lo cual el sector transporte no escapa a esa realidad.
La problemática viene desde los años del ex presidente Joaquín Balaguer, cuando introdujo las guaguas fuso, siendo en ese entonces UNACHOSIN, el único sindicato privado de choferes.
Más tarde la gestión del extinto presidente Balaguer implementó el sistema de las Banderitas, porque las guaguas estaban pintadas de los colores de la Bandera, el cual a poco tiempo colapsó.
Durante el período del presidente Salvador Jorge Blanco fue implementado a través de la Oficina Nacional de Transporte Terrestre (UNATRATE), otro sistema de transporte que también despareció.
En caso más reciente el ex presidente Leonel Fernández, en su primer período de gestión (1996-2000) introdujo un nuevo sistema de transporte mediante la puesta en funciona miento de las unidades operada por la OMSA, el cual languidece, ante la falta de mantenimiento de las misma.
El sistema de transporte puesto en operación conjuntamente con la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET), operó en Santo Domingo y Santiago, ciudades más pobladas del país, pero en los últimos años los corredores establecidos han quedado semi- vacío por falta de unidades.
Frente a esa situación usuarios de la OMSA en Santiago manifestaron su indignación ante la ineficiencia en este servicio y en este sentido indicaron que deben esperar más de dos horas para ser transportados.
Expresaron que la situación les preocupa en gran manera, en especial cuando deben transportarse a sus respectivos centros de estudios a los que han tenido incluso que llegar retrasados.
Asimismo sostuvieron que los vehículos se encuentran en muy mal estado y que al parecer tampoco hay suficientes porque tardan mucho tiempo para retornar a las paradas.
Usuarios de la OMSA hicieron un llamado a las autoridades a solucionar esta problemática que afecta a gran parte de la población.
En la actualidad en Santiago y otros pueblos de la región del Cibao el transporte público descansa en manos de FETRANRENO y CNTT, entidades que operan las principales rutas del transporte urbano e interurbano y de taxis.
Mientras que en la capital este servicio tan vital e indispensable para el desarrollo de un país descansa en la Confederación Nacional de Transporte (CONATRA), que dirige Antonio Marte, la Federación de Transporte la Nueva Opción (FENATRANO), que está a cargo de Juan Hubiere.
Además la Central Nacional de Transportistas Unificados (CNTU), de Ramón Pérez Figuereo y la Unión Nacional de Transportistas Afines (UNATRAFIN), de Arsenio Quevedo, son los responsables de transportar a los trabajadores públicos y privados en las dos ciudades más pobladas.
Para el interior del país el transporte es operado por un conjunto de empresas privadas también, por lo que una suspensión de estos sectores paraliza el país, sin que el Estado tenga con que responder.
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