(tomado de acento.com)
SANTIAGO, República Dominicana.-El grupo de activismo cívico juvenil La Multitud declaró “no grato” en esta ciudad al presidente de la Cámara de Diputados, Abel Martínez, por la forma en que hizo que se aprobara el Presupuesto Nacional para el año 2012, sin estudiarlo ni atender observaciones de ningún sector de la sociedad.
Los jóvenes de la multitud consideraron “grotesca” la forma como fue conducida por Abel Martínez la sesión de la Cámara de Diputados en la que se aprobó el Presupuesto Nacional, casi obligando a sus colegas a votar para aprobar el proyecto.
La Multitud, aunque no consiguió una asistencia masiva, llamó la atención de decenas de representativos de distintos medios informativos que asistieron a la legendaria plaza pública de las calles Del Sol, con 30 de Marzo y Benito Monción, para cubrir la manifestación.
Llamó la atención que el equipo de prensa de la Cámara de Diputados de la sede local, así como presentadores de programas que son patrocinados por Abel Martínez llegaron primero al lugar para ver y contar de inmediato lo que allí ocurriría.
A la misma hora en que se llevó a cabo la protesta en su contra, el presidente de la Cámara de Diputados, Abel Martínez, organizó un “encuentro privado con periodistas y comunicadores” en Camp David Ranch
El joven Ernio Reyes, que sirvió de vocero al grupo que llamó a la protesta, afirmó que su iniciativa buscaba advertir a la población sobre las irregularidades que motivan congresistas como Martónez en contra de las mayorías que los eligen como representantes de la sociedad.
En el acto de repudio fueron declarados como personas no gratas Martínez y todos los legisladores por haber votado por la pieza sin hacer ningún tipo de modificación, sobre todo aquella parte que tenía que ver con una mayor asignación para el sector de la educación.
En el acto algunos de los empleados de la Cámara de Diputados, trataron de ridiculizar a los manifestantes de la protestas contra Abel Martínez, afirmando que no representaban a nadie, y que su protesta carecía de trascendencia social.
Entre los manifestantes y los empleados de la Cámara de Diputados hubo intercambios de palabras no muy amigables.
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