Félix Parra
SANTIAGO.-La pérdida de credibilidad alcanzado que afecta el sistema judicial dominicano, el cual se profundizó a raíz de las sentencias de No Ha Lugar a favor del senador por San Juan de la Maguana, Félix Bautista y el alcalde por San Francisco de Macorís, Félix Rodríguez, podría recuperarse con la despolitización de esos estamentos.
Este importante poder del Estado ha registrado un retroceso tras la designación de jueces que se vinculan al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), señalamiento con mayor connotación en la Suprema Corte de Justicia (SCJ) y el Tribunal Superior Electoral (TSE), donde sus últimos accionar han sido cuestionados por amplios sectores de la sociedad dominicana.
El comportamiento de muchos de los jueces de esos estamentos echan hacia atrás los avances iniciados en 1997, cuando al frente de SCJ fue designado el magistrado Jorge Subero Isa, quien desarrolló un proceso de saneamiento que mejoró sustancialmente la imagen de la justicia dominicana.
El deterioro del sistema judicial se inició con la designación del doctor Mariano Germán como presidente de la Suprema Corte de justicia y otros jueces que como Alejandro Moscoso Segarra importantes segmentos de la sociedad lo vinculan a intereses partidarios del partido en el poder.
Lo mismo ocurrió con el TSE, el cual está conformado en su mayoría por ex funcionarios de los gobiernos encabezados por el ex presidente Leonel Fernández, situación que le coloca en una condición de incredibilidad frente a la población.
Las jornadas de protestas que desde el 27 de marzo pasado cuando se produjeron las dos sentencias se han registrado en casi todo el territorio nacional apuran la convocatoria del Consejo Nacional de la Magistratura con la finalidad de que sean escogido nuevos jueces que no estén comprometidos con partidos políticos algunos.
De esa manera se devolvería la credibilidad a un estamento que como el Poder Judicial constituye una piedra angular para la sostenibilidad del sistema democrático y la convivencia institucional del país.
Este importante poder del Estado ha registrado un retroceso tras la designación de jueces que se vinculan al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), señalamiento con mayor connotación en la Suprema Corte de Justicia (SCJ) y el Tribunal Superior Electoral (TSE), donde sus últimos accionar han sido cuestionados por amplios sectores de la sociedad dominicana.
El comportamiento de muchos de los jueces de esos estamentos echan hacia atrás los avances iniciados en 1997, cuando al frente de SCJ fue designado el magistrado Jorge Subero Isa, quien desarrolló un proceso de saneamiento que mejoró sustancialmente la imagen de la justicia dominicana.
El deterioro del sistema judicial se inició con la designación del doctor Mariano Germán como presidente de la Suprema Corte de justicia y otros jueces que como Alejandro Moscoso Segarra importantes segmentos de la sociedad lo vinculan a intereses partidarios del partido en el poder.
Lo mismo ocurrió con el TSE, el cual está conformado en su mayoría por ex funcionarios de los gobiernos encabezados por el ex presidente Leonel Fernández, situación que le coloca en una condición de incredibilidad frente a la población.
Las jornadas de protestas que desde el 27 de marzo pasado cuando se produjeron las dos sentencias se han registrado en casi todo el territorio nacional apuran la convocatoria del Consejo Nacional de la Magistratura con la finalidad de que sean escogido nuevos jueces que no estén comprometidos con partidos políticos algunos.
De esa manera se devolvería la credibilidad a un estamento que como el Poder Judicial constituye una piedra angular para la sostenibilidad del sistema democrático y la convivencia institucional del país.
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