Por: Profesor José Jáquez
El Presidente de la republica Danilo Medina inicio una
ruta presidencial en agosto del año 2012,
con una constitución que prohibía la repostulación del primer mandatario de la nación.
El equipo del Presidente le inventó la visita sorpresa, organizada en la lógica
del bajo perfil, con lo que se logra la
primera plana de los periódicos de cada lunes, y sirve para que los twitteros
del palacio justifiquen sus salarios.
Las visitas del Señor Presidente a las personas del
campo y comunidades olvidadas y descuidadas por los
gobernantes, bien publicitadas y defendidas por los más cercanos del jefe se convirtió
en campaña permanente.
El año 2014, en una contienda interna en el Partido de
la Liberación Dominicana PLD, pero solo del Comité Central, organismo que aumentó su matrícula a 600 miembros, y en el Comité Político
de la organización. Danilo, con tan solo dos años en la presidencia, logra
imponerse con una mayoría frente al Doctor Leonel Fernández Reyna, ex
presidente del país, que apenas 30 meses antes era tratado como el príncipe de la RD.
En el 2015, año
preelectoral , se produce otra reforma a la constitución del estado dominicano
para abrir la reelección con el modelo de los Estados Unidos de América, de dos periodos seguidos y nunca más. Para logar esa reforma
en su favor, el Licenciado Medina Sánchez sentó en la mesa de negociación al Presidente Leonel Fernández, quien al tener
minoría en los organismos de dirección, aceptó apoyar la reforma constitucional
a cambio de seguir presidiendo el PLD hasta el congreso elector que sería en el
2019.
Otros beneficios de la corriente leonelista fue que los
que ocupaban cargos electivos por voto directo volvían a ser candidatos en el
2016 sin necesidad de ir a convención interna en el partido morado y partidos
aliados. Esa negociación entre los dos líderes
del PLD, aunque beneficio a funcionarios de ambas tendencias, se realizó en medio de silencio y expectativa
de dirigentes medios y la base que poco cuentan en un partido ocupado en
gobernar y cuyos organismos están oxidados
y las bases olvidadas.
En el 2018 las presiones por la aprobación de la ley
electoral, deuda de más de una década con la sociedad dominicana, abre una nueva
oportunidad de amarre para las apetencias continuistas del Presidente Danilo
Medina de Cara a las elecciones del 2020. El artículo transitorio de la Constitución
de la repūblica establece claro que si
desea ser candidato otra vez, tendría que volver a convocar otra intervención de
reforma con la asamblea nacional constituyente.
Ahora bien, si Danilo medina logra que se apruebe la
ley de partidos, con el tema de las primarias abiertas y simultaneas en los
partidos políticos en la cámara de diputados, tal como ocurrió en
el Senado de la repūblica, entonces tendría
claramente dos caminos posibles: Primero,
buscar validar en el tribunal constitucional la interpretación del artículo
transitorio que le permita repostularse al cargo. Segundo: Embarcarse en una nueva reforma constitucional
introduciendo el proyecto de ley que convoca dicha reforma.
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