Es una fiscal de mucho poder en sus manos y quiere utilizarlo para causas justas y decisiones acertadas.
El 2 de abril de 2012, la Fiscalía de la provincia de Santo Domingo tuvo cara, alma y visión de mujer. Con la llegada de la fiscal titular Olga Diná Llaverías se procura perseguir el crimen y el delito y prevenirlo en base a la verdad y a la justicia.
Su principal combate es a la violencia contra la mujer, que ha causado este año 20 muertes y 14 mil denuncias de violencia.
Ella está doblemente preocupada, intenta el principio de las partes y hacer que el Ministerio Público actué en base a una serie de principios y valores humanos, para que no se destruya la familia, la dignidad de la persona y se garantice la seguridad de los menores de edad.
A simple vista no parece tan fuerte ni decidida a emprender el trabajo de fiscal a la hora que fuere, atender emergencias en la madrugada y acudir al lugar más recóndito a socorrer a una mujer víctima de violencia.
Diná Llaverías es una fiscal de fuertes principios cristianos, de relación armoniosa con Dios, pero de armas a tomar. Siente que Dios la colocó en el lugar que quiso y lucha por una sociedad que trabaje por la unión.
Cada día tiene que tomar decisiones para 2.4 millones de personas. Los ciudadanos de siete municipios tocan la puerta de su despacho en busca de ayuda por casos de homicidio, droga, violencia doméstica, falsificación, robo y otros delitos que mantienen a la provincia más grande del país en situación de zozobra.
La funcionaria judicial tiene ocho meses de labor ministerial y siente que fue ayer cuando se le llamó para comunicarle que aprobó el examen de la Procuraduría General de la República. Se reconoce la representante de su amplia jurisdicción. Aquí aplica los conocimientos adquiridos en la Fiscalía de Santiago, donde laboraba anteriormente como adjunta.
Tiene proyectos y nuevas metas. Son medidas a implementar en una demarcación que requiere de un Palacio de Justicia más grande, de más jueces, fiscales y hasta de empleados para el área administrativa.
Pese a las carencias del edificio que aloja a la Fiscalía, Diná Llaverías emprendió un Ministerio Público con un equipo humano que valora como excelente.
Planes desarrollados. Sus primeras acciones fueron para fortalecer el equipo jurídico técnico y de soporte y la coordinación de los fiscales. Diná Llaverías considera que la mejor forma de que la Fiscalía trabaje es en coordinación con la sociedad. De ahí que ha elaborado un programa de acercamiento a la ciudadanía. Se vincula a la población por medio de encuentros, charlas y conferencias.
Nueva infraestructura. La nueva edificación que adquirió la Fiscalía está ubicada en la calle Simón Orozco, en la entrada de Invivienda, en Santo Domingo Este. El espacio permite instalar servicios que no pueden ofrecerse en el inadecuado edificio de la avenida Charles de Gaulle, que además resulta incómodo para los cientos de visitantes que diariamente acuden a interponer querellas, denuncias o ventilar audiencias y juicios de fondo.
Dificultades. De RD$400 aproximadamente debe disponer el ciudadano que está en cualquier municipio de la provincia para llegar a la Fiscalía. Esto preocupa a Diná Llaverías, porque lo considera un inacceso a la justicia. El alto costo del transporte se agrega a las horas que pierde en el trayecto, que puede ser de ciento y pico de kilómetros recorridos. Admite que la distancia amenaza con que las víctimas se desencanten del proceso por el esfuerzo que deben realizar para concluir los casos.
En aras de evitar este problema, la fiscal trabaja en la instalación de fiscalías barriales en toda la provincia.
El principal dilema de la Fiscalía es por la atípica distribución de la provincia alrededor del Distrito Nacional.
Quien reside en Los Alcarrizos, por ejemplo, tiene que pasar alrededor de dos horas de camino para ir a la sede del Palacio de Justicia.
Diná Llaverías intenta descentralizar el servicio para acercar la Fiscalía a la población, en función de la realidad delictiva de cada zona, pues para mayoría de los residentes es más fácil visitar el Distrito Nacional que conectarse con los otros municipios dentro de su propia provincia.
El municipio de Santo Domingo Este tiene 154.94 kilómetros cuadrados y una población de 787,129 habitantes.
San Antonio de Guerra tiene 288.25 kilómetros cuadrados y una población de 34,553 habitantes.
Boca Chica tiene 145.67 kilómetros cuadrados y una población de 99,508 habitantes.
Pedro Brand tiene una extensión de 212.29 kilómetros cuadrados y una población de 47,199 habitantes.
Los Alcarrizos, el municipio más pequeño, tiene una extensión de 52.14 kilómetros cuadrados y 199,611 habitantes.
Santo Domingo Oeste tiene una extensión de 57.47 kilómetros cuadrados y 280,912 habit.
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