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martes, 23 de octubre de 2018

Las actuaciones del ingrato







Por: Ramón Antonio Veras.
 
I.- El proceder de la persona bondadosa
 
1.- Por muy apacible que se desarrolle la vida de una persona, en determinado momento se le ha presentado irritable porque nadie escapa a las contrariedades. Lo ideal fuera permanecer sin complicaciones, que todo esté a pedir de boca; no estar en apuros ni en aprieto alguno.
 
2.- De la misma forma que se nos presentan aquellos individuos que gustan hacer la contra, también existen los que están prestos para favorecer, apoyar a quienes en ocasiones precisan de soluciones en su provecho. El solidario hace acto de presencia sin requerimiento alguno; llega en el tiempo que conviene al necesitado.
 
3.- Una expresión de gratitud es la respuesta de quien ha sido objeto de un gesto solidario. La mujer o el hombre sensible siempre están listos para dar contestación al que en la coyuntura de trance le trajo tranquilidad.
 
4.- Para corresponder hay que estar formado de nobles sentimientos e inclinado a servir. Actuar con el convencimiento de serle útil a alguien que en su oportunidad se ocupó de auxiliarte es manifestación de reconocimiento; es homenajear al que generosamente se puso a tu disposición sin suponer retribución de ninguna índole. Acordarse de la gentileza dice mucho de aquel que fue asistido y luego protege a su bienhechor. Retomar la adhesión es muestra de ejercer la nobleza.
 
5.- Poner en práctica la sinceridad es signo de reunir condiciones humanas que elevan, a la vez que es prueba de abnegación. El individualista no acciona para darle respuesta positiva a aquel que en momento de dificultad le extendió la mano; la fidelidad nunca acompaña al infame que continuamente está unido al innoble.
 
6.- En cualquier escenario no está presente la persona buena; la bondadosa que vive para hacer el bien; la excelente que está ahí para hacer obra de benevolencia sin tomar en cuenta las dificultades que les puedan causar. Servicial es el que complace a todo aquel que se encuentre en situación difícil. En un ambiente dañado por el egoísmo no abundan los desinteresados, por el contrario, se multiplican los mezquinos.
 
II.- La presencia aquí de los flemáticos
 
7.- Los vicios que genera el decadente ordenamiento económico y social predominante en nuestro país han hecho posible un cambio de disposición en la forma de reaccionar como respuesta a un acto a favor suyo. El comportamiento del auxiliado de antes era de eterno agradecimiento, mientras que el de ahora se comporta olvidadizo porque es un desmemoriado que razona, algo así, como diciendo si te vi no te recuerdo.
 
8.- Aquí, el favorecido de hoy mantiene una actitud de inadvertido, actúa frente a quien lo favoreció como un aturdido; un irreflexivo que no tiene interés alguno en traer a su memoria la gentileza de que fue objeto por aquel que ahora ignora. El grosero, aquel vulgar que en un momento de desespero acepto con agrado la mano amiga, ahora la muerde como si fuera la de un odiado adversario.
 
9.- Las taras que dominan las actuaciones de la mayoría de los coterráneos con los cuales estamos conviviendo son tan fuertes que nulifican la tradición de nuestro pueblo marcada por la gratitud. El infiel que no agradece es aquel que hace de la felonía una habitualidad y entre nosotros ha desfigurado lo que fue una costumbre propia de personas educadas para recordar las buenas obras que se realizan con desprendimiento y son merecedoras de reciprocidad.
 
10.- Las fallas que observamos en los que proceden flemáticos ante la desgracia de quien lo protegió, están vivas en las actuaciones de los que a cada momento nos enseñan que el medio dominicano se ha ido contaminando con las máculas de los que se han dejado tragar por los subproductos sociales, entre los que se destacan insensibilidad, odio, aborrecimiento y rencores. Ese que procede inalterable frente a cualquier acontecimiento fatal que lesiona a quien fue su protector, es el mismo indolente que ayer recibió el apoyo entusiasta.
 
11.- Por lo deteriorada que está la sociedad dominicana en lo ético y moral, a diario somos testigos del proceder de aquellos que cuando se encontraban abatidos por la desgracia recibieron el calor humano de los que, precisamente ahora, tratan con dejadez, demostrando así que estamos conviviendo con sectores que no se conmueven ante nada ni por nadie. Aquel que no agradece permanece impávido; no se emociona ni se altera ante el percance ocurrido a quien fue su salvador.
 
III.- El cambio negativo causado por el medio social
 
12.- Entre nosotros crece el número de los que no sienten, no padecen ni se desvelan por la situación difícil que atraviesa quien lo libró de un riesgo o le solucionó el problema en el momento de aprieto. El desapegado, aquel que no anida amor, que actúa con frialdad y no se apena ni nada le produce conmoción, está sobresaliendo en el ambiente nacional porque las rígidas estructuras del ordenamiento actual y las lacras que genera el sistema social que padecemos han envilecido a amplios sectores, clases y capas de la sociedad dominicana de hoy.
 
13.- El buen proceder de aquella comunidad humana que era compasiva en su gran mayoría, poco a poco se ha corroído hasta convertirse en indiferente a lo que le ocurre a quien debe cariño. La profundidad de la rudeza está en los que prueban haberse pervertido a un grado tal que no sienten compasión; de sus corazones desapareció dolerse de aquel que tanta dulzura le demostró; apiadarse de quien le convirtió el momento difícil en agradable y los lamentos en sonrisas.
 
14.- Cada día asombra la metamorfosis que se ha producido en las dominicanas y los dominicanos, en el sentido de que no sienten el menor rubor para castigar con las peores murmuraciones a quien deben homenaje, y golpean con las peores calificaciones al que en momento de menosprecio supo agasajarlo. Lastimar, herir a aquel ente social que se jugó su vida y la de su familia para proteger la suya, es la forma de comportarse de los que en el medio social nuestro están formados de un material nocivo por entero. La mutación en el trato de solidario a ingrato es fácil de comprobar en el individuo de hoy.
 
15.- En un medio social cualquiera, para que la ingratitud pueda señorearse, necesariamente debe haberse efectuado una transformación tal que el sometimiento de la voluntad a la maldad sea absoluta, y la depravación haya tomado imperio para sobresalir ante la integridad. La degeneración de leal a innoble y de constante a traidor ocurre allí donde el granuja es afamado, el canalla laureado y el ladino exaltado. El execrable se siente bien llevando enojo al amigo que en momento de desazón le regalo paz, alegría y satisfacción. El sinuoso procede conforme su conducta reptante: olvida todo lo que le puede recordar los favores recibidos para así no devolverlos.
 
16.- En los marcos del contorno que nos ha correspondido vivir, la persona de trato exquisito y solidario se ha encontrado con los inelegantes, groseros y chabacanos que no tienen el menor sentido de lo que es ser reciproco y servicial para darle al otro el buen trato recibido cuando lo necesitó. Aquel que aquí se comportó atento ha tenido que vérselas con ese descortés e irrespetuoso a quien en su oportunidad dispensó las más finas atenciones. La desatención forma parte de la cultura de quien olvida el rostro y la voz de quien le auxilió.
 
17.- Ese que siente placer espiritual tomando fotos en el curso del incendio que convirtió en cenizas la casa de su vecino, es el mismo que recibió la más amplia colaboración de la víctima del inmueble siniestrado. El malvado vive para sí y no le importa la tragedia de aquel que en momentos aciagos fue su aliado cercano e incondicional. La calamidad del amigo no le sabe a nada al desleal.
 
IV.- Desarrollar en la niñez una conducta humanitaria
 
18.- Cada país, dependiendo la formación económica que predomine en determinado momento o época, cuenta con generaciones de mujeres y hombres con diferentes conductas; distinta forma de proceder y actitudes opuestas de cómo analizar y enfrentar los fenómenos sociales. El parecer de nuestro compatriota de ayer es distinto a la opinión que tiene el de hoy, y el pensamiento que asumirá en el futuro será desigual al que mantiene el de la actualidad. El sentido de razonar cambia, se modifica, se transforma con el paso del tiempo y de acuerdo con el período que a cada grupo humano le corresponde vivir.
 
19.- Es de desear que los dominicanos y las dominicanas que hoy son niñitas y niñitos, desarrollen sus facultades con la conducta dirigida a ser seres humanos sanos en su forma de actuar, que asuman una actitud no igual a la que ejecutan amplios segmentos sociales en la actualidad. Las actuaciones demoledoras contra todo lo que significa bondad no debe continuar primando; hay que hacer que triunfe lo bueno que en el fondo de su alma tiene el ser humano. Hay que trillar el camino para la calidad de humanitario y cerrarlo para el mal.
20.- En este espacio de tierra que en el globo terráqueo hemos escogido para vivir y compartir en forma civilizada; en esta patria nuestra en la que accionamos, ámbito de nuestros amores y sinsabores; en esta demarcación identificada como de mujeres y hombres laboriosos y solidarios, estamos obligados por voluntad propia a no seguir viviendo como si este contorno fuera un ambiente de fieras con proceder de lobos. Hay que tratar de comportarnos como personas físicas y no como semovientes indomables.
21.- Aunque como país hoy no estamos viviendo el mejor momento histórico, en cada hogar dominicano los padres deben esforzarse para levantar a sus descendientes como personas de bien; instruidas para ser de calidad exquisita y de puros sentimientos. Debemos tratar de formar familias con detalles que impulsen a fascinar, encantar y hechizar por los tratos divertidos que puedan ofrecer. Hay que recuperar el trato llano y confiable que motiva cordialidad, familiaridad y llaneza; pensar que debemos luchar para convivir afortunados y muy lejos de todo lo que sea desgracia, calamidad, percance y tragedia.
22.- En los hogares y las escuelas hay que comenzar a tallar al dominicano y a la dominicana con los cuales aspiramos compartir en el futuro, que sean instruidos en la solidaridad, reciprocidad, gratitud, honradez, probidad y generosidad. Necesitamos codearnos con seres humanos inclinados a hacer el bien y liberados de todo lo que sea perversión y malicia que solo traen disgustos, impaciencia y pesares. Sin importar esfuerzos hay que recuperar lo que hemos perdido como pueblo en el orden ético, moral, afectivo y solidario.
 

lunes, 22 de octubre de 2018

ADESA reclama mayor inversión y una nueva reforma en la salud


Denuncia la muerte de más de 3 mil recién nacidos en hospitales públicos
SANTO DOMINGO. La crisis de la salud va de mal en peor sin que el Gobierno actúe en consecuencia, según afirmó este lunes la Alianza  por el Derecho a la Salud (ADESA) tras revelar que cerca de tres mil niños recién nacidos morirán este año por la baja calidad de los servicios sanitarios.
Explicó que eso significa un incremento de un 31% en las muertes neonatales con relación al año 2017, a lo que se suma la prevalencia de altas tasas de mortalidad materna y de enfermedades catastróficas y de altos costos, como son el cáncer,  la diabetes, las cardiopatías y las enfermedades renales
“ADESA está muy preocupada  ante el agravamiento de la terrible crisis de salud del país, la cual se traduce en muertes y proliferación de enfermedades prevenibles. Lo peor de esta situación  es que  Gobierno  continúa actuando  como si nada estuviera pasando y no escucha las voces que claman por un cambio de rumbo en la política sanitaria”, expresó Alba Reyes, coordinadora general de esa coalición de 56 organizaciones sociales.
Dijo que  el solo hecho de saber que este año morirán en los hospitales públicos  más de tres mil niños con menos de un mes nacidos debería ser motivo para declarar en estado de emergencia la salud pública y volcar hacia este sector todos los recursos que sean necesarios.
Lamentó que lejos de priorizar la atención estatal en salud, el Gobierno ha enviado al Congreso Nacional un proyecto de presupuesto para el 2019 en el que increíblemente se reduce la partida destinada a este sector, para limitarla a un 1.8% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que equivale a menos del 45% de la inversión promedio en América Latina.
La organización solicitó a la Comisión Bilateral que conoce el proyecto de Presupuesto enmendar el error cometido por el Poder Ejecutivo y en consecuencia elevar las partidas destinadas a salud en correspondencia con lo establecido en la ley de Estrategia Nacional de Desarrollo, vigente desde el año 2012.
ADESA está muy consciente de que incrementar la inversión en salud,  por sí solo, no sacaría el sistema de la quiera en que se encuentra. Además es necesario sacar la politiquería y la corrupción de los hospitales aumentar sustancialmente la capacidad gerencial y administrativa, mejorar la rectoría y la coordinación intersectorial y priorizar el primer y segundo niveles de atención, entre otras medidas
Asegura que es obvio que fracasaron las reformas de salud iniciadas a principios de siglo, las cuales prometían el acceso universal a los servicios de salud de calidad de manera oportuna. A 18 años de esas reformas, el 70% de la población sigue atendiéndose exclusivamente en los cada vez más ineficientes hospitales públicos, donde el desorden y las carencias predominan.
Gabino Hernández, otro vocero de ADESA, dijo que  el primer nivel de atención en salud está en el piso y explicó que  solamente se han creado 1,800 unidades de atención primarias de unas cinco mil que necesita el país. Las existentes operan con grandes precariedades: locales inapropiados, personal extremadamente limitado, pocos  equipos y medicamentos y sin ningún presupuesto. Menos del 1% del presupuesto de salud se destina a educación y promoción.
También reveló que existe un  déficit de unidades de cuidados intensivos  superior al 60%, con el agravante de que las existentes están concentradas en el gran Santo  Domingo y Santiago. En ninguna de las diez provincias de la región Sur hay salas de cuidados intensivos. Por esta causa muchas personas mueren tras sufrir un accidente cardiovascular, un accidente de tránsito o sufrir cualquier otro problema de salud que requiera de atención especializada urgente.
La mayoría de los centros de salud también operan con déficit de personal, especialmente de enfermeras y médicos especialistas. De acuerdo a los estándares internacionales, en el país deberían existir 9 enfermeras por cada 10 mil habitantes. Solo tienen un tercio de esa cantidad.
En el régimen contributivo del Seguro Familiar de Salud (SFS) hay cerca de cuatro millones de personas afiliadas. No obstante a que éstas pagan religiosamente para obtener aseguramiento, cuando necesitan de atenciones de salud deben pagar adicionalmente un promedio del 42% de sus costos. Para ADESA se trata de un atraco contra los trabajadores.
La entidad entiende que el sistema de salud es altamente excluyente, discriminatorio. Favorece los negocios y desampara a los pobres,  “la mejor evidencia de esta afirmación la encontramos en cualquier hospital público, donde conseguir una cita con un especialista o un turno para una cirugía es como sacarse la lotería”.
Dijo que ante esta dramática situación, el pueblo y sus organizaciones estamos obligados a luchar y a exigir un cambio profundo en la política de salud del Estado.  Se requiere de una nueva reforma, con un enfoque de derecho, que tenga como objetivos garantizar servicios universales y de calidad en la atención, incrementar la inversión en salud en la proporción contemplada en la ley de Estrategia Nacional de Desarrollo, acabar con la dispersión y la falta de liderazgo de las instituciones pública del sector y garantizar la participación de las organizaciones sociales en los mecanismos de cogobierno.

martes, 16 de octubre de 2018

Necesitamos personas coherentes










Por: Ramón Antonio Veras.
 
I.- Las inquietudes de Onelio y la coherencia
 
1.- Onelio Espaillat Campos, quien en vida fuera alto dirigente del Movimiento Popular Dominicano-MPD-, en el curso del régimen de los doce años del doctor Joaquín Balaguer, una vez resultaba detenido por cuestiones políticas  uno de sus compañeros en la Región del Cibao, se comunicaba conmigo, y además de solicitarme encargarme de la defensa del apresado, me pedía que le consiguiera copia del expediente para analizar las declaraciones hechas por el detenido y así determinar cómo se había comportado ante los organismos represivos.
 
2.- Mi amigo Onelio, luego de estudiar el expediente que previamente le había entregado, si consideraba que su compañero se había portado débil, que no demostró firmeza ideológica frente a los investigadores, me decía; “Negro, por piedad sigue defendiéndolo, pero quiero que sepas que al parecer le dieron una pela para que confesara y veinte para que se callara; ese pendejo se rajó, se degomó por completo”. Por el contrario, si Onelio advertía que su camarada se había comportado con bravura en los interrogatorios, entonces me comentaba. “Ese compañero es un duro, no cedió, hay que protegerlo hasta lo último”.
 
3.- El objetivo de Onelio, de conocer el comportamiento de sus compañeros ya en manos de sus adversarios, era comprobar su firmeza o debilidad ideológica, la concordancia o incongruencia para dominar o no sus actuaciones. 
I.- La sociedad y los inconstantes
4.- El individuo de sólidos principios se conserva inalterable sin importar circunstancias adversas o favorables; el infortunio o la dicha no modificará su forma de actuar; será el mismo para, conforme su creencia, responder en sentido positivo o negativo. Los fundamentos que sirven de base a las convicciones guían las actuaciones; el pensamiento está condicionado por las ideas que ha asimilado el que acciona demostrando responder a lo que es su ideario, la ideología que llega a convertirse en la conductora de sus ejecutorias.
 
5.- En la medida que la sociedad dominicana se ha ido degradando, en igual sentido se desarrollan ciudadanos y ciudadanas que acomodan su conducta, carácter y proceder a lo que individualmente más les conviene. La utilidad y la ventaja doblan la voluntad para que se imponga la cultura ventajista que bien cultiva el oportunista. No se puede esperar idealismo, nobleza y espiritualidad en quien tiene su cerebro organizado para vivir de la oportunidad que más conviene.
 
6.- Una vez las sociedades se debilitan por las taras que las corroen, comienzan a nacer y desarrollarse mujeres y hombres que hacen de la volubilidad la cualidad que les identifica como personas de conducta caprichosa, porque proceden sin darle la importancia debido a las cosas que merecen especial atención; su ligereza la dejan ver en cada acto porque personalmente son insustanciales; demuestran no tener el espíritu que se requiere en aquellos que por su dinamismo cambian la situación de los pueblos de negativa a positiva, y de desesperada a esperanzadora.
 
7.- Lo que a diario observamos en nuestro medio es que no abundan los hombres y las mujeres de ideas sólidas; la entereza ha ido convirtiéndose en algo no común en el proceder de la generalidad de nuestros coterráneos. Están predominando aquellos que al actuar lo hacen bajo la influencia de la vacilación, dejando entrever que la duda les lleva al titubeo y que su accionar es fruto de la incertidumbre. La fortaleza, la entereza en las creencias se está debilitando lo que revela inestabilidad emocional.
 
8.- En la generalidad de los que participan en el accionar político nacional, sin mucho esfuerzo se comprueba que tienen en su cerebro un vaivén ideológico violento que no les permite mantener coherencia en sus posiciones. El balanceo en sus planteamientos lo llevan a presentarse dando bandazos. Ese que pasa huyendo de un partido a otro, el tránsfuga que tanto abunda aquí, es el que se mueve alternativamente hasta ver dónde se aloja a su mejor conveniencia económica.
 
9.- Ese político vacilante que al parecer no sabe lo que quiere, muchas veces saca ventaja a su estado de indecisión porque aunque aparenta estar inseguro, en el fondo de su alma tiene idea fija de lo que busca y le conviene. El oportunista de la política cubre su sinvergüencería con un ropaje de ingenuidad matizado de vacilación. En un ambiente político donde sobresalen los cafres se utiliza mucho el mecimiento, el traqueteo, el zigzag, porque impide conocer  a fondo al camaleón, a ese que cambia de parecer según su interés.
 
10.- Así como hay muchos animales que tienen rayas o manchas en su pelaje para camuflarse, también en nuestro país abundan profesionales de la política que para ocultar las ideas que emanan de sus cerebros y pasar por inadvertidos, se hacen los tontos, los despistados. Aquel que se mueve en línea quebrada, que anda culebreando en cualquier actividad que hace habitualmente es un zafio, aunque se presenta como todo un refinado personaje. Ese que simula sentimientos que no tiene es el farsante que quita seriedad y encanto a la política.
 
11.- El portador de ideas con doblez se maneja con ambigüedades y sosteniendo posiciones adecuadas para ser ablandadas o torcidas a conveniencia de quien hace de adversario. El inconsistente es fácil de suavizar, supeditar o hacer flaquear porque está preparado ideológicamente para someterse a la voluntad de otro. Solamente el que aguanta porque está lleno de entereza y con criterios sólidos, se conserva firme, con tenacidad defendiendo en lo que cree por convencimiento.
 
12.- Es posible salir victorioso en una lucha o competición sin tener que inclinar la cerviz; sin deprecación obtener lo que se procura lograr. La vida nos ha enseñado que aquellos que prevalecen en la conciencia de sus pueblos y se hacen merecedores de elogios son los seres humanos que se imponen sin tener que arrodillarse. No es acreedor de merecimiento alguno, sino de censura, el ciudadano o la ciudadana que cede en sus principios para escalar en lo político, económico o social.
 
13.- Merece ser considerado consistente aquel que ha proseguido en una postura sin desistir de sus ideas, cejar en sus convicciones ni abandonar los objetivos que ha proclamado y por los cuales se inició en la batalla para lograrlos. La norma de conducta mantenida sin tacha ni claudicación eleva a quien la honra.
 
14.- La comunidad humana necesita contar con grupos de personas que prueben tener la tenacidad para la realización; constancia en la continuación de la tarea comenzada. El individuo perseverante es el que insiste en obtener lo que ha motivado su accionar, y forma parte de los que hacen posible los cambios que requiere la sociedad para progresar.
 
15.- Ese hombre o esa mujer que tiene bien definida y organizada sus ideas, está llamado a triunfar por el conjunto ordenado de las reglas y principios que le sirven de orientación. Tener un plan de trabajo, una técnica para ejecutar, es demostración de estar sometido en su forma de obrar a un sistema invariable y metódico. A diferencia del variable y desordenado, el sistemático se acopla a una línea de pensamiento ajustada a la razón. 
II.- Comenzar con la niñez
16.- Nuestro país necesita formar ciudadanos y ciudadanas que sean coherentes, es decir, que actúen de acuerdo a sus ideas y principios. Se impone producir un ser humano instruido, que se vaya desarrollando y educando con los conceptos, creencias y opiniones que en su conjunto constituyan su pensamiento; que su entendimiento esté acorde con lo que va a ejecutar; que haya armonía, combinación entre pensar y obrar.
 
17.- Para llegar a contar con entes sociales que en el futuro sean consecuentes; que piensen y obren con coherencia, es preciso comenzar a trabajar la mente de las niñas y los niños en los hogares y en las escuelas. Educando a la niñez para que en el mañana actúe con conexión lógica, ilación y pertinencia, es posible llegar a tener personas que en sus ejecutorias esté el sello de su sano pensamiento.
 
18.- Si estamos conscientes de que se hace necesario contar con personas que tengan un comportamiento distinto al de las de ahora, se impone darle forma a ese que será miembro de una sociedad con una ética y moral opuesta a la actual. El hipócrita, engañoso, simulador, fingidor e insincero no deben continuar desempeñando el papel del individuo destacado de la sociedad. La franqueza hay que rescatarla para que vuelva a ser una virtud y no una simple pose.
 
19.- Necesitamos preparar jóvenes de carácter, con esa manera de ser que distingue a una persona de otra, y así saber que cuando hablamos  con una ciudadana o un ciudadano lo estamos haciendo con alguien de solidez de pensamiento, que merece ser escuchado porque lo que dice es verdad, aunque pueda estar equivocado. En la actualidad no sabemos cuándo escuchamos a un farsante o a un ser íntegro, porque abundan los simuladores y los inestables.
 
20.- No debemos continuar departiendo con personas de proceder vergonzosos, censurable, que hoy se presentan como santos y mañana como demonios. Es bueno contar con individuos sin tacha, honrados, rectos, probos, que se venden como intachables y realmente lo son. Lamentablemente, en la actualidad nos estamos moviendo al lado de grupos humanos que por sus actuaciones revelan que tienen problemas de conducta; que les hace falta educación domestica; adiestramiento familiar; enseñanza cívica y disciplina para hacerle honor a principios éticos y morales.
 
21.- En el país está haciendo falta el munícipe que inspire respeto por su coherente comportamiento y esté hecho de una sola pieza. Necesitamos contar con ese ser humano sin dobleces; que no engañe simulando y burle fingiendo; no tome el pelo al amigo; no haga del fraude una habitualidad; que sea original por entero y no mitad farsante y medio sincero; que no se comporte como un canalla por la mañana, decente por la tarde y en la noche una mezcla   de honesto y truhan. El sinuoso y el recto no deben merecer igual trato; el bribón y el discreto deben ocupar espacios diferentes en la vida pública.
 
22.- La manera de portarse debe servir para identificar a los hombres y a las mujeres con los cuales contar para construir la República Dominicana a que aspiramos y merecemos tener; que esté compuesta por ciudadanos y ciudadanas con un estilo de vida que sea la expresión de su proceder para así honrar la idea de que “la conducta es un espejo en el que cada cual muestra su propia imagen”. A las niñas y a los niños en el hogar y en los centros escolares hay que enseñarles que: “He de portarme siempre como si la norma de la conducta de mis actos hubiera de convertirse en ley universal”.

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