SANTIAGO. Un grupo de familias cuyas viviendas fueron destruidas por las inundaciones ocasionadas por el desbordamiento del arroyo Jacagua hace 27 días en los barrios Duarte y San Miguel, al oeste de aquí, reclamaron ayer ayudas de las autoridades gubernamentales para construir de nuevo sus casas.
En una vigilia que montaron en la entrada del palacio municipal local, los moradores de los barrios Duarte y San Miguel, denunciaron que atraviesan serias dificultades, ya que están alojados donde amigos y vecinos.
“Por nuestros barrios no se han dignado en visitarnos ni el alcalde Abel Martínez, ni los diputados y tampoco la gobernadora provincial”, dijeron Rigoberto González y Rodolfo Sánchez, voceros de las familias afectadas.
Afirmaron que el año pasado, el Instituto Nacional de la Vivienda fue a esas comunidades a reparar varias viviendas que fueron afectadas por inundaciones, pero que ahora solo han recibido fundas de comidas crudas.
“Nuestro problema no es de fundas con alimentos, sino que nos ayuden a construir de nuevo nuestros ranchitos, ya sea de madera y zinc”, expresó María Tolentino.
Minerva Santos, madre de tres hijos, refirió que acudió a la Alcaldía porque tiene la esperanza de que Abel Martínez le va a ayudar a resolver su problema de casa.
Los residentes en esos sectores mostraron su confianza de que en los próximos días el presidente Danilo Medina enviará a algunos de sus funcionarios para ayudarlos.
En esta ciudad, con las pasadas inundaciones, a propósito del paso de los huracanes Irma y María, decenas de viviendas fueron derribadas y otras tantas dañadas parcialmente.
En una vigilia que montaron en la entrada del palacio municipal local, los moradores de los barrios Duarte y San Miguel, denunciaron que atraviesan serias dificultades, ya que están alojados donde amigos y vecinos.
“Por nuestros barrios no se han dignado en visitarnos ni el alcalde Abel Martínez, ni los diputados y tampoco la gobernadora provincial”, dijeron Rigoberto González y Rodolfo Sánchez, voceros de las familias afectadas.
Afirmaron que el año pasado, el Instituto Nacional de la Vivienda fue a esas comunidades a reparar varias viviendas que fueron afectadas por inundaciones, pero que ahora solo han recibido fundas de comidas crudas.
“Nuestro problema no es de fundas con alimentos, sino que nos ayuden a construir de nuevo nuestros ranchitos, ya sea de madera y zinc”, expresó María Tolentino.
Minerva Santos, madre de tres hijos, refirió que acudió a la Alcaldía porque tiene la esperanza de que Abel Martínez le va a ayudar a resolver su problema de casa.
Los residentes en esos sectores mostraron su confianza de que en los próximos días el presidente Danilo Medina enviará a algunos de sus funcionarios para ayudarlos.
En esta ciudad, con las pasadas inundaciones, a propósito del paso de los huracanes Irma y María, decenas de viviendas fueron derribadas y otras tantas dañadas parcialmente.
