SANTO DOMINGO. La última reunión del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana mostró que en el mismo desapareció la capacidad de mediación para resolver los problemas internos, mientras sus dos principales líderes danzan al compás de una balada de odio y amor.
Así lo revela la decisión de designar una comisión de abogados constitucionalistas a fin de certificar si es legal celebrar elecciones primarias simultáneas abiertas el mismo día con el padrón de la Junta Central Electoral, para escoger el candidato presidencial, cuya legalidad cuestionan diversos sectores de la sociedad.
“Al final aprobamos que el partido contrate cinco expertos constitucionales, máximo cinco, para que analicen si la aprobación por parte del Congreso de realizar primarias simultáneas, el mismo día, no chocaría con la actual Constitución de la República”, explicó Reinaldo Pared Pérez, secretario general del PLD al final de la última reunión del Comité Político del lunes 2 de octubre.
En el fondo subyace la lucha entre el presidente Danilo Medina y el presidente del PLD, Leonel Fernández, no solo por la nominación a la candidatura presidencial, sino por el control del aparato partidario.
Cuando los mecanismos internos no son suficientes para resolver los diferendos entre sus dirigentes, entonces se recurre a mecanismos externos como es el caso de contratar una comisión de juristas, que hasta el viernes pasado se desconocían sus nombres.
Así lo revela la decisión de designar una comisión de abogados constitucionalistas a fin de certificar si es legal celebrar elecciones primarias simultáneas abiertas el mismo día con el padrón de la Junta Central Electoral, para escoger el candidato presidencial, cuya legalidad cuestionan diversos sectores de la sociedad.
“Al final aprobamos que el partido contrate cinco expertos constitucionales, máximo cinco, para que analicen si la aprobación por parte del Congreso de realizar primarias simultáneas, el mismo día, no chocaría con la actual Constitución de la República”, explicó Reinaldo Pared Pérez, secretario general del PLD al final de la última reunión del Comité Político del lunes 2 de octubre.
En el fondo subyace la lucha entre el presidente Danilo Medina y el presidente del PLD, Leonel Fernández, no solo por la nominación a la candidatura presidencial, sino por el control del aparato partidario.
Cuando los mecanismos internos no son suficientes para resolver los diferendos entre sus dirigentes, entonces se recurre a mecanismos externos como es el caso de contratar una comisión de juristas, que hasta el viernes pasado se desconocían sus nombres.
Una comisión de juristas decidirá la celebración de primarias abiertas
El expresidente Fernández se encuentra en una situación difícil pues carece de fuerza suficiente dentro del Comité Político para imponer su criterio lo cual le hará muy difícil obtener la nominación a la candidatura presidencial.
En los partidos no es un recurso nuevo, hace varios años en el Partido Revolucionario Dominicano también se recurrió a personalidades extraña como mediadores para armonizar problemas internos.
Así en la décadas del 1980 cuando las divergencias entre José Francisco Peña Gómez y Jacobo Majluta estaban al rojo vivo se recurrió a una comisión de personalidades entre las que estaban Andy Dauhajre, el fenecido Anis Vidal y otros que entonces agrupados en el Movimiento de Renovación (Moderno).
El expresidente Fernández se encuentra en una situación difícil pues carece de fuerza suficiente dentro del Comité Político para imponer su criterio lo cual le hará muy difícil obtener la nominación a la candidatura presidencial.
Sus contrarios harían todo lo posible para impedir que acceda a la nominación la candidatura presidencial. Recuérdese que hace cuatro años, el oficialismo facilitó la llegada al país procedente de Estados Unidos del exconvicto por narcotráfico Quirino Ernesto Castillo Paulino, quien reclamó a Fernández el pago de una supuesta deuda millonaria, lo cual incidió, conforme se ha dicho, para que abandonara sus aspiraciones de volver al Palacio Nacional en el 2016.
Así en la décadas del 1980 cuando las divergencias entre José Francisco Peña Gómez y Jacobo Majluta estaban al rojo vivo se recurrió a una comisión de personalidades entre las que estaban Andy Dauhajre, el fenecido Anis Vidal y otros que entonces agrupados en el Movimiento de Renovación (Moderno).
El expresidente Fernández se encuentra en una situación difícil pues carece de fuerza suficiente dentro del Comité Político para imponer su criterio lo cual le hará muy difícil obtener la nominación a la candidatura presidencial.
Sus contrarios harían todo lo posible para impedir que acceda a la nominación la candidatura presidencial. Recuérdese que hace cuatro años, el oficialismo facilitó la llegada al país procedente de Estados Unidos del exconvicto por narcotráfico Quirino Ernesto Castillo Paulino, quien reclamó a Fernández el pago de una supuesta deuda millonaria, lo cual incidió, conforme se ha dicho, para que abandonara sus aspiraciones de volver al Palacio Nacional en el 2016.
¿Solución?
Muchos pronostican que el problema se resolverá mediante un acuerdo que garantice puestos electivos y administrativos del Estado a seguidores de Leonel Fernández.
Pero el acuerdo tendría como eje central la elección de un candidato presidencial procedente de las filas de Danilo Medina, en caso de que este no supere los obstáculos constitucionales que hoy les impiden optar por la reelección.
Fernández está condenado a aceptar un acuerdo de tal naturaleza, incluso en los términos que planteados por sus contrarios, so pena de que su figura política siga el proceso de deterioro que acusa y evitar convertirse en un convidado de piedra dentro de la organización.
En el 2005 ante los aprestos por modificar la Constitución para facilitar la reelección presidencial, dijo que se iba a constituir en el garante de la misma para impedir que se restableciera la figura de la reelección presidencial, pero él y sus seguidores terminaron haciendo lo contrario.
El acuerdo estaría jalonado en el sentido de que ambos sectores se requieren mutuamente para mantenerse en el poder al PLD, por lo cual nunca se aplastaría Fernández, pues se requiere que sus seguidores se integren a las próximas campañas electorales.
Pero el acuerdo tendría como eje central la elección de un candidato presidencial procedente de las filas de Danilo Medina, en caso de que este no supere los obstáculos constitucionales que hoy les impiden optar por la reelección.
Fernández está condenado a aceptar un acuerdo de tal naturaleza, incluso en los términos que planteados por sus contrarios, so pena de que su figura política siga el proceso de deterioro que acusa y evitar convertirse en un convidado de piedra dentro de la organización.
En el 2005 ante los aprestos por modificar la Constitución para facilitar la reelección presidencial, dijo que se iba a constituir en el garante de la misma para impedir que se restableciera la figura de la reelección presidencial, pero él y sus seguidores terminaron haciendo lo contrario.
El acuerdo estaría jalonado en el sentido de que ambos sectores se requieren mutuamente para mantenerse en el poder al PLD, por lo cual nunca se aplastaría Fernández, pues se requiere que sus seguidores se integren a las próximas campañas electorales.
