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martes, 9 de mayo de 2017

Es malo educar al pueblo para pedir


 





Por: Ramón Antonio Veras.
 
I.- Pedir rebaja al ser humano
 
1.- Los pueblos se elevan, enaltecen y demuestran su hidalguía por la forma de comportarse para alcanzar los fines perseguidos, sin importar que sea en  el orden material o espiritual. Aquel que para triunfar desciende, se humilla, se reduce como persona, y la conquista debe verla como una derrota.
 
2.- Extender la mano para con ruego pedir es una actitud que indigna; es una prueba de deshonor que coloca a la persona en estado de ultraje, preparada para ser despreciada por su vileza, clara abyección y evidente servilismo.
 
3.- Cuantas veces el individuo actúa moviéndose de puerta en puerta implorando la caridad, es porque la mendicidad lo ha aniquilado, su voluntad se ha diluido y las necesidades lo han llevado a entregarse en lugar de luchar para, resistiendo, vencer el bochorno y las afrentas.
 
 4.- Pedir se ha convertido en nuestro medio en una cultura. La habitualidad de mendigar nos hace ver una comunidad de personas que viven de limosnas; indigentes que han hecho de la pedigüeñería su forma   normal de vida, comportándose como menesterosos profesionales.
 
5.- Nos debe avergonzar el hecho de observar diversos sectores de la sociedad dominicana actuando en forma afrentosa, haciendo del pedir una costumbre. Semejante proceder nos identifica como humillados, con falta de dignidad; de conducta averiada, permanentemente comportándonos como criaturas sinvergüenzas, desvergonzadas.
 
II.- Las consecuencias negativas de pedir
 
6.- Lo que se deriva del hecho de los nuestros acostumbrarse a pedir es funesto.  El desenlace, los resultados son altamente dañosos. Las consecuencias, las secuelas se convierten en taras que nos marcan, persiguen e identifican como naderías, insignificantes que no damos ni para remedio.
 
7.- El hecho de estar haciendo el papel de necios pedigones quita a los pueblos el deseo de luchar para liberarse de la opresión, de elevarse y convertirse en dueños de su propio destino.  
 
8.- La dádiva causa daño a la necesidad de triunfar por el esfuerzo propio; destruye la decisión de salir adelante con firme voluntad porque la marchita; perjudica al donatario haciéndole dependiente viciado del donante. Recibir por deprecación va en menoscabo, en detrimento de quien se cree beneficiado.
 
9.- Llevar a los pueblos a que todo lo reciban tranquilamente, sin sacrificio alguno, les condiciona, les induce al apagamiento, a la pasividad y desprecio al trabajo honrado.  Una vez el ser humano hace vida de parásito, se comporta en insustancial; en algo ineficaz para la sociedad; en un aprovechador. Pura y simplemente, en un buitre que solo sirve como diversión de los demás, un hazmerreir.
 
10.- Una vez a las masas populares se les motiva para que vivan de pedir, de esperar las migajas del poder, se despojan de todo lo que significa dinamismo; pierden la energía para movilizarse; olvidan  la eficacia y abrazan la inactividad, caen en la abulia y se identifican con la lentitud.
 
11.- La tranquilidad que lleva al individuo a pedir lo hace permanecer en desazón, porque está condicionándola para sentirse aliviado. La angustia por ser un despreocupado holgazán lo convierte en indolente; en un perfecto remolón, diseñado para estar todo el tiempo acariciando su barriga alimentada sin trabajar.
 
12.- Empujar, impulsar al pueblo a pedir es más nefasto que reprimirlo físicamente, porque las acciones despóticas son pasajeras, mientras que fijarle en la conciencia el hábito, la costumbre de vivir de las dádivas, les esclaviza para siempre, les somete al capricho de quienes les dan.
 
13.- Las donaciones condicionan al beneficiario subyugándole en forma indefinida, impidiéndole su independencia y la libertad de pensar. Una vez se doblega la mente, se tiraniza el cuerpo entero. El que acepta lo que pide por conmiseración deja de ser dueño de sí mismo para responder a los propósitos de aquel que algo entrega por compasión.
 
14.- Aquel que demuestra pena para pedir se despersonaliza convirtiéndose en un alienado, enajenado por lo que recibe, llegando a ser un alfeñique, acompañado de tristeza, abandonando lo que significa alegría, jovialidad y optimismo.
 
15.- Una persona acostumbrada a vivir de lo que pide, se comporta aletargada; preparada para estar siempre adecuada para aletargarse, y solamente despertar cuando va a recibir lo que ruega se le entregue. La súplica a los fines de recibir nulifica los deseos de salir adelante mediante el esfuerzo.
 
 
III.- El daño de educar al pueblo para pedir
 
16.- Educar a nuestro pueblo para que sea pedigón, le lleva a impedir que comprenda  que no saldrá  de la pobreza mientras esté subsistiendo por el ruego para recibir una suma de dinero mediante un cheque sin ejecutar labor alguna que lo justifique. Es algo indignante vivir de pasar la gorra, de extender la mano para recibir como un vulgar aprovechado.
 
17.- Adoctrinar a amplios sectores de la sociedad dominicana para que se conviertan en sacacuartos y gorrones indeseables, daña a más de una generación de nuestros conciudadanos que se van acostumbrando a ver la vida alrededor de lo que reciben de manos de los mismos que les mantienen en condición de puros vividores. Los magantes abundan en nuestro medio porque todos los gobiernos que hemos padecido se han interesado en hacer del pedidor una reserva electoral cautiva.
 
18.- La proliferación en el país de mujeres y hombres sinvergüenzas tiene su explicación, en parte, en que se ha estimulado la holgazanería, que contribuye a la ampliación de desvergonzados protegidos por mangoneadores que les atan por los pies, las manos y el cerebro. El manejador de amplios recursos económicos manipula, mangonea a los que piden como habituales pedigüeños.
 
19.- Aquí se ha creado todo un ejército de mujeres y hombres que de mangar han hecho una norma de permanecer sin esforzarse, porque mendigar es más fácil que bajar el lomo. Con el tiempo, el cuerpo de los pedigüeños se deforma, cambia por falta de ejercitarse, se desfigura por la vagancia y se tuerce por ausencia de actividad laboral.

20.- A quien se le entrega lo que con lamentos pide, resulta moldeado para que actué como interesa al que hace la entrega. Es educado para que se mueva en el momento que decide el que da. El pedigüeño está supeditado a la voluntad de otro, porque la limosna crea fatal subordinación que somete al que se dedica a pedir.
 
21.- A medida que transcurre el tiempo y se fija en la mente del pueblo que es bueno comportarse como un recibidor  de limosnas, se establece una indestructible ligazón, un vínculo deshonroso entre el que da y el que toma con agrado lo que pide. Admitir, coger en forma desvergonzada hace posible un enlace, una ligadura deshonrosa.
 
22.- La reciedumbre ética y moral no llega a la conciencia popular por medio de la entrega al pedilón de lo que busca, sino mediante la demanda firme y el reclamo con conciencia. La queja con exigencia y la reivindicación militante obliga a los opresores a respetar al pueblo.
 
23.- De la miseria nunca se han liberado los oprimidos mediante obsequios provenientes de quienes les mantienen dominados por la pobreza. Clamando pedazos de pan, recabando pequeñeces, mendigar con la cabeza inclinada, pordiosear con sumisión, mantiene a los humildes cada vez más sumidos en la mendicidad.
 
24.- Aquellos que se dedican a pedir, a veces ignoran que lo que reciben por caridad y como necios, nunca está rodeado de transparencia, ni es fruto de una voluntad inmaculada, sino que está envuelto, arropado, enrollado en algo sucio, turbio. En la envoltura está lo que compromete al pedigüeño y lo une al generoso aparente.
 
25.- Al satisfacer al hambriento con una dádiva no se busca eliminar la pobreza; que desaparezca la miseria, ni eliminar el sufrimiento de los marginados. Lo que se persigue es mantener a los necesitados, a los indigentes convertidos en tranquilos, viciados y eternos pordioseros.
 
26.- Aliviar la carga del que sufre; consolar al olvidado del progreso; mitigar el hambre que padece la mayoría del pueblo; suavizar penurias; lograr un respiro para que el que pide, nada de esto se logra complaciendo pedilones. La liberación se alcanza luchando, no pidiendo.
 
27.- Pedir se convierte para las personas en un lastre que las hiere; un inconveniente que las golpea anímicamente; una traba que la pone arrodilladas ante el donante. Es como un latigazo en el corazón; un rebencazo en su espalda mojada y un aldabonazo en su rostro.
 
28.- Quien pide desciende y es visto como insolente  incorregible; genera burla; motiva desplante. Se gana el calificativo de descarado; se presta al permanente desaire; cae en ser un individuo indelicado, descomedido y grosero, ser tratado como pájaro de mal agüero y de peores predicciones.
 
 
Reflexiones
 
a.- A la niñez dominicana conviene fijarle en su conciencia la idea de que pedir es dañino; que está en el deber de levantarse con orgullo, amor propio, alta estima y firme vergüenza; que el honor debe ser  la divisa del  correcto proceder; defender bajo cualquier circunstancia el honor, a los fines de merecer respeto como honorable, estimable e insigne.
 
b.- Ante los tantos pedigüeños indignos que hoy abundan, procede estimular a la juventud dominicana para que se comporte con honorabilidad para que se haga merecedora de renombre y respetabilidad. El buen crédito se gana en el seno de la sociedad cuando se actúa con nobleza.
 
c.- El ser pobre no da motivos ni justificación alguna para pedir, convirtiéndose en un necio pedigüeño, colocándose en el descrédito público. Por encima de las precariedades económicas, nuestro pueblo debe dar demostración de dignidad, integridad y probidad, que son las cualidades que enaltecen a las personas.
 
d.- El hombre o la mujer que forma parte de los desposeídos de la sociedad dominicana, puede vivir pobremente, sin necesidad de convertir la pobrería en una actividad degradante. Permanecer en estado de penuria no legítima ser un habitual pedigüeño, llegando a ser visto degradado como ser humano.
 
e.- La estrechez económica que sufre una gran parte de la población dominicana, no debe ser aprovechada para tomarla como consuetudinaria holgazana e inducirla al hábito de pedir, convirtiéndola en parásito, reduciéndola a la indignidad.
 
f.- Lo que en verdad se llama pueblo dominicano está en el deber de rechazar las dádivas condicionadas que han llevado a un amplio sector de la sociedad a adoptar la cultura de pedir y así  crearle la idea de la aceptación normal de la sumisión por la dependencia, la subordinación por limosnas.
 
g.- Aquellos que aquí no están degradados están en el deber de mantener la firme conducta de no ceder ante los halagos y beneficios que les ponen en sus manos para así reducirlos en su persona y convicciones.  El tiempo ha de demostrar que pedir ha aniquilado el deseo de liberarse a los que son los más, al pueblo.
 
 
Santiago de los Caballeros,

 

SOECI exhorta a la población a valorar el árbol


SOECI exhorta a la población a valorar el árbol
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Félix Parra




SANTIAGO.-Al cumplirse el domingo, los primeros 60 años de la fecha de aquel  domingo 5 de mayo del 1957, cuando se declaró el primer domingo de mayo como “Día Nacional del árbol”, con el firme propósito de resaltar la importancia y las extraordinarias funciones de la singular figura del árbol concebido como principio y fin de la vida.
  
El árbol es el extraordinario ser viviente, responsable de purificar el oxígeno que respiramos, producir los alimentos que comemos, el agua que tomamos, la medicina natural que nos cura,  la loción que nos perfuma, el techo verde  que nos cobija,  la madera que nos amuebla y las flores que nos adornan. 
 
 La SOECI, invita en este día a adentrarnos en la Dendrología arbórea para conocer más su importancia y funciones vitales, de modo que podamos valorarlos e incorporarlos a nuestros  proyectos  de vida familiar.
 
El árbol es la máquina viviente más eficiente que existe, capaz de producir sus propios alimentos y para los demás seres vivos, cada árbol es una fábrica que trabaja sin parar 24/7, para descontaminar el aire, producir oxígeno, maderas, frutas y medicinas.
  
El árbol posee una gran capacidad intrínseca para desempeñar múltiples funciones y servicios ambientales a beneficio de la vida y el desarrollo de la humanidad, Razón por la que la SOECI, invita a sembrar, valorar y proteger los árboles.
 
 Los árboles son fuentes de  inspiración de artistas: liricos, poetas y artesanos. Productor  de bienes y servicios ecológicos y ambientales, visual paisajística, alfombra verde protectora del suelo, el agua y la fauna.
  
Los  árboles son signatario del banco de semillas y  germoplasma  más grande y seguro de cada país. Fuentes de alimentos para la fauna silvestre, bancos genéticos locales, regionales y nacionales.
  
Los árboles son los pulmones del planeta,  filtros purificadores de aire,  sumideros de carbono, captores del dióxido de carbono (CO2 ), almacenes de celulosas en troncos y ramas, mientras liberan el oxígeno respirables.
  
Por todos los favores, beneficios y servicios  ambientales, que los arboles nos otorgan como  regalo de Dios y la naturaleza, la SOECI, insta a los pobladores  de la tierra  a ser amigos de los arboles pues sin lugar a dudas son nuestros mejores aliados y de ellos depende la permanencia y el confort de nuestra vida.

Municipios verdes para el desarrollo sostenible


(Un modelo colombiano para el mundo)

Reflexiones sobre el Medio Ambiente:

Municipios verdes para el desarrollo sostenible (Un modelo colombiano para el mundo)
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Doctor Príamo Rodríguez Castillo







Uno de los mayores indicadores del logro social resulta de interpretar y analizar las acciones, que emprende el ser humano, en favor de la conservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible.  Se dice que los árboles y arbustos son los pulmones de los pueblos, las ciudades y los países, en general, expresión que fija en nuestras conciencias la idea de que no somos independientes, sino que estamos interrelacionados.  A partir de esta idea, amigos lectores, me propongo hacerles un comentario racional para valorar la vida y el entorno que nos rodea, y una exposición de lo que observamos, y vivimos, muy complacida y emocionantemente.  
   
Voy a hablarles acerca de la  experiencia colombiana con la Campaña de Municipios Verdes, iniciada allá por el año 1985, a través del Instituto de Recursos Naturales, que trajo como consecuencia las reformas de descentralización municipal, lo cual quiere decir que cada localidad podía manejar y resolver sus propios problemas ecológicos básicos;  para ello se decide mediante acuerdo consensuado con los municipios, destinar el 1% del presupuesto municipal de cada localidad, a la defensa de sus recursos naturales,  el desarrollo de proyectos ambientales, y conformación de un Cabildo Verde, nombre con el que se identifica a un grupo ecológico local, compuesto por ecologistas, líderes comunales, campesinos, educadores, estudiantes y, en general, toda la comunidad organizada, preocupados por el medio ambiente.
   
Ya para el 1998 se habían conformado en todo el país colombiano, unos 180 Cabildos Verdes con objetivos muy bien definidos y especificados, todos encaminados a la defensa de los recursos naturales para lograr el desarrollo sostenible de sus municipios.
   
En la actualidad, sobrepasan los 200 municipios los que ostentan el título de Municipio Verde, gracias a que desde 1991 lograron asociarse en una organización ambientalista denominada, “Asociación Nacional de Municipios Verdes de Colombia”, la cual ha luchado por mantener vivo este programa, a través de encuentros, en diferentes regiones del país, para intercambiar nuevas experiencias y multiplicarlas hacia otros lugares.
   
Pudimos constatar, personalmente, la operatividad de “los Cabildos Verdes”, los que, a través de su gran integración, han conseguido convocar y reunir a los líderes ambientalistas más sobresalientes del país colombiano; logrando muchos de ellos, por sus resultados en los trabajos realizados, alcanzar destacados reconocimientos, no solamente, a nivel nacional sino, también, internacional.
   
Veamos dos ejemplos.  Primero el caso del Municipio de Marsella, población perteneciente al Departamento de Risaralda, donde a causa de la bonanza cafetalera de esta región andina, se extendió intensamente por toda el área, el monocultivo del café, lo que causó el arrasamiento de algunos de los bosques del entorno nativo y, como consecuencia, el agotamiento de sus aguas.   Entonces, la comunidad, inició la tarea de recuperación ambiental, a través de un proceso que cuenta entre sus logros la creación de un Jardín Botánico para la educación ambiental; la compra de grandes extensiones de bosques para ser utilizados como protectores de la zona de reservas de la quebrada que surte el acueducto; la organización de la Oficina de Recursos Naturales; la creación del Museo de la Cauchera para defender sus aves endémicas; la construcción del Parque de la Ciencia y la Tecnología; y el reconocimiento de “El bosque de Don Manuel”, resultado de la labor de un hombre comprometido con la vida, quien por más de 60 años sembró un árbol, cada día, por ello don Manuel Salazar obtuvo el Premio Global 500 de Ecología, que otorga la Organización de las Naciones Unidas-ONU.
   
El otro ejemplo, es el del Municipio Verde de Jericó, perteneciente al Departamento de Antioquia-Colombia; donde surge el Estatuto Municipal del Medio Ambiente, concebido de forma tal que busca que la vida, en toda su expresión, tenga una digna oportunidad de desarrollarse en esta tierra, lo cual conlleva a la defensa de todos los componentes ambientales como son:  el agua, la fauna, la flora, el aire y el suelo; el control de la contaminación visual, el ruido, los sonidos, y el espacio público.
   
Con este Estatuto, concebido por el Municipio de Jericó, se logró la protección de sus aguas, la separación de la basura y el reciclaje de las mismas; la defensa de su patrimonio arquitectónico, de su entorno físico-espacial y el paisajismo; la prohibición de la caza, las corridas de toros, las peleas de gallo, el encierro de aves en jaulas y, en general, todos los malos tratos contra la dignidad de los animales, permitiéndose, únicamente, la pesca y la caza deportivas, controladas, fuera de las épocas de reproducción de las especies.
   
Hoy, da gusto observar los logros alcanzados por el empleo de este Estatuto Municipal del Medio Ambiente.  Ver cómo se ha recuperado el poder local, no solamente en este municipio de Jericó, sino también en todos los pueblos del Departamento de Antioquia.

Hemos querido exponer las fortalezas de estos casos medioambientales colombianos que hemos conocido, como una forma de motivar a los regentes de todos nuestros municipios, sus alcaldes, comenzando con nuestro amigo Abel Martínez, persona que conocemos desde siempre y que sabemos de su gran preocupación, su empeño y esfuerzo  por darle a este Municipio de Santiago un mejor futuro, a través de su trabajo de adecentamiento, su embellecimiento, su saneamiento y la protección  a su entorno; enalteciendo la dignidad de las personas que en ella residen o la visitan, para devolverles a los santiagueros el orgullo de decir que Santiago es Santiago.  Estas acciones las ejecuta sin importarle las voces de contrarios que buscan pescar en río revuelto, desmeritando su trabajo, sin querer reconocer la valentía y el coraje mostrada por un ciudadano como Abel Martínez, al tener que enfrentar y detener el daño que, unos pocos, han estado causando a esta ciudad, a su medio ambiente, y a la dignidad y el derecho de todos los ciudadanos a disfrutar de los espacios de este pueblo.
  
De igual forma, queremos motivar a otro gran amigo, a Francisco Domínguez Brito, Ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, persona capaz y responsable; con la valentía y la sabiduría que lo caracterizan y que con sus hechos, al igual que Abel, muestra su preocupación por el bienestar de esta ciudad y del país, en general; a que como personas y máximas autoridades, a través del desempeño de sus cargos, ponga en práctica lo aquí planteado, junto a mi persona, UTESA, el Periódico La Información, y Radio Visión Educativa “RVE”, y toda persona y organización preocupada por el Medio Ambiente y la vida, presente y futura, de nuestro país.
   
En el caso de UTESA, esta institución tiene una historia, que refleja su preocupación por el medio ambiente ya que, en el 1995, publicó el libro “Educación para el Medio Ambiente”, fue la primera universidad dominicana en incluir en los pensum de todas carreras, impartidas en ella, la asignatura que lleva ese mismo nombre.  Además, en el año 2005, crea la Maestría en Medio Ambiente, con doble titulación, resultado de un acuerdo internacional con la Universidad de Huelva-España y el Programa Europeo de Ayuda a Universidades miembros de la AUIP, Asociación Iberoamericana de Universidad de Postgrado.  De UTESA han egresado, a la fecha, más de 66,184 profesionales que cursaron la materia de “Educación para el Medio Ambiente”, en el estudio de sus carreras, y 149 de maestrandos, especializados en Gestión Ambiental, a los cuales podríamos convocar para desarrollar estas ideas y casos expuestos.
   
El objetivo de nuestro planteamiento es motivar el análisis de los Municipios Verdes de Colombia y, en base a estas experiencias, realizar un plan, adaptado a las necesidades dominicanas,  que permita la participación pública y comunitaria, en los programas de conservación y protección de los recursos naturales y el embellecimiento-desarrabalización de nuestros municipios, mediante actividades enfocadas, principalmente: en  la educación ambiental; Iniciar programas de reciclaje para  la adecuada disposición de la basura para no seguir arrojándola a cielo abierto, a los ríos y cañadas.  Programas para la protección de las microcuencas, en coordinación con las autoridades medioambientales que tienen que ver en mucho con el tratamiento de aguas y desechos residuales, consistentes en cuidar, especialmente, las zonas donde se toma de los ríos para alimentar los acueductos locales.  Así también, la declaración, por localidades, de zonas para la reserva de bosques, y parques para la protección de la flora y la fauna, y demás riquezas ecológicas.
   
En estos momentos existe una gran preocupación por parte de nuestro gobierno, reflejada por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como de muchas organizaciones privadas y personas civiles, debido a las grandes tragedias ambientales ocurridas en nuestro país, es por esto que pretendemos que esta experiencia colombiana y las ideas aquí expuestas, conduzcan a la creación de modelos de trabajo que den como resultado una cosecha verde en todos los pueblos del país.  Recordemos la enseñanza ecológica que dice: “Esta tierra es para todos:  algunos que han muerto, otros que estamos viviendo, pero también, para la mayoría que aún no ha nacido”, por tanto, resumimos, finalmente, estas inquietudes en las siguientes ideas:
   
•    La contaminación de los espacios y de los ríos, causa la muerte.  No dejemos que esto siga sucediendo.  Imitemos las buenas experiencias.
•    El hombre puede transformar la naturaleza para bien de los seres que habitan en ella, no esperemos que se haga mañana; ya que puede ser tarde, porque muchas vidas podrían perderse.
•    La prevención nos permite evitar o disminuir la gravedad de los desastres.
•    En este caso, las consecuencias del silencio y el no hacer, podrían considerarse igual a los artículos raros y caros, cuyo costo es tan elevado que no podría pagarse con dinero.

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