Por:
Ramón Antonio Veras.
1.- Los cambios económicos y políticos que se han
producido en América Latina y el Caribe en los últimos años, tienen
su razón de ser, entre otras causas,
en el hecho de nuestros países haber sido víctimas de
saqueos de sus recursos naturales e intervenciones armadas por
parte del imperio norteamericano. Los
pueblos han comprendido que la lucha por
su desarrollo independiente depende de
la profundidad de las transformaciones
sociales y económicas internas y, al mismo tiempo, la ejecución de una
política exterior identificada con la paz universal y la coexistencia pacífica.
2.-
Para los venezolanos no será nada fácil llevar a cabo en paz el proceso democrático
emprendido bajo el liderazgo del Comandante Hugo Chávez, porque es una realidad
que el desarrollo histórico peculiar de América Latina ha introducido en sus estructuras económicas
sociales el germen de contradicciones que, aunque difieren naturalmente en
las distintas realidades nacionales, y
aun regionales, tiene en su conjunto una constante: la dependencia al imperio norteamericano y el mantenimiento de resabios pre
capitalistas, sobre todo en el campo.
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Por la misma hegemonía que han ejercido
los Estados Unidos sobre
Venezuela, la lucha en ese país será áspera, porque se han acumulado contradicciones, entre el oprimido y el
opresor, que tienen como solución la
ruptura de esa crisis estructural. Está comprobado que la lucha por los cambios
que requieren los oprimidos se han de producir mediante confrontaciones entre
los que aspiran a una nueva sociedad y
aquellos que se aferran a irritantes
privilegios.
4.-
Los dirigentes del proceso democrático venezolano se han
visto en la obligación de poner en práctica su sagacidad política; comprender
que están enfrentados a adversarios internos
y externos que no darán tregua en su objetivo de recobrar el terreno
perdido. El imperio y la oligarquía se mantienen en tensión en procura de revertir
la situación que hoy favorece a los que
en Venezuela son los más, los hombres y mujeres que en las distintas
áreas viven de su trabajo.
5.-
Está comprobado que no resulta fácil
desplazar del control del Estado a los grupos minoritarios que lo detentan en
su provecho y contra el pueblo, y que, aún después de ser desalojados conservan influencia en varias instituciones
y órganos estatales. Por tal razón los revolucionarios venezolanos deben estar
preparados para saber combinar o cambiar la línea política de accionar,
conforme las circunstancias y las posiciones peculiares de las clases sociales
en conflicto.
